Como todo proceso, el de enseñanza- aprendizaje debe ser objeto de una evaluación continua, ya que de esta manera podremos realizar los ajustes necesarios para lograr mejorar. En este sentido, la evaluación es un insumo fundamental para promover el aprendizaje de los estudiantes pues permite valorar el nivel de desempeño y el logro de los aprendizajes esperados; así como identificar los orígenes de las dificultades que se traducen en aprendizajes no alcanzados.
Para esto, existen diferentes técnicas e instrumentos que podemos emplear para poder evaluar de una manera pertinente el nivel de logro de los aprendizajes de los alumnos. Uno de los más recomendables es la rúbrica, perteneciente a la técnica del análisis del desempeño.
La rúbrica es un instrumento de evaluación que se basa en una serie de indicadores que permiten ubicar el grado de desarrollo de los conocimientos, habilidades y actitudes o valores, en una escala determinada. Es un instrumento muy completo, ya que nos permite evaluar las tres dimensiones distintas de una competencia (saber, hacer, ser).
¿Cuál es la finalidad de una rúbrica?
Precisar lo que se espera del desempeño del alumno.
Valorar su ejecución.
Facilitar la retroalimentación con fines de mejora.
El diseño de la rúbrica debe considerar una escala de valor descriptiva, numérica o alfabética, relacionada con el nivel de logro alcanzado. Generalmente se presenta en una tabla que en el eje vertical incluye los aspectos a evaluar, y en el horizontal, los rangos de valoración.
Formato genérico para elaborar una rúbrica:
Sólo es necesario llenar los criterios de acuerdo a lo que deseemos evaluar, así como redactar la descripción del desempeño en cada nivel.
Para elaborar una rúbrica es necesario:
-Redactar los indicadores con base en los aprendizajes esperados.
-Establecer el grado máximo, intermedio y mínimo de logro de cada indicador para la primera variante.
-Redactarlos de forma clara.
– Proponer una escala de valor fácil de comprender y utilizar.
Ejemplo: Rúbrica para evaluar un instructivo
Para concluir, es justo señalar que este instrumento de evaluación va de la mano con el enfoque formativo de la evaluación, ya que nos da pautas muy puntuales para poder fomentar la retroalimentación en los alumnos con fines de mejora. Así mismo, su uso sistemático y pertinente puede traer grandes beneficios al proceso de enseñanza aprendizaje, ya que a diferencia de otros instrumentos como la lista de cotejo o la escala estimativa, la rúbrica nos permite ser más descriptivos y precisos en la escala de valores, lo cual redunda en una evaluación más minuciosa y completa.
¡Espero que te haya sido de utilidad!
Comments